Federico Smetana, Antonín Dvořák, Leoš Janáček, Bohuslav
Martinů…Éstos son los nombres de los compositores checos más
destacados. De este cuarteto, el más acosado por los azares de la historia
fue Bohuslav Martinů que vivió entre 1890 y 1959. Los totalitarismos del
siglo XX hicieron de él un exiliado vitalicio. Su añoranza de la tierra
natal encontró su expresión más entrañable en la cantata “Apertura de
las fuentes”. Martinů la compuso durante su estancia en la ciudad
francesa de Niza, en el verano de 1955. Musicó los versos de Miloslav
Bureš,