Božena Hauserová fue una de las mejores espías de la Segunda Guerra Mundial y la primera mujer checa en servir en el ejército estadounidense. Como abogada, empezó su carrera en la compañía Baťa en Zlín. Fue allí donde conoció a su esposo, el americano Lauwers. Bajo el nombre de Barbara Lauwers participó en una de las misiones más exitosas de la guerra psicológica, la llamada Operación Sauerkraut.