En el Palacio Nostic, sede del Ministerio de Cultura, en Praga, comenzó
una exposición titulada ‘El Arte Robado’. Los visitantes de la muestra
llegan a conocer el destino de un sinnúmero de obras artísticas que
fueron confiscadas por los nazis a sus dueños judíos durante la Segunda
Guerra Mundial. En la exhibición fue presentada este martes una
publicación que sigue el camino de una colección artística concreta. Sus
propietarios no sobrevivieron el Holocausto, y la serie de cuadros de
destacados pintores holandeses e italianos de tiempos pasados tuvo
posteriormente a varios otros propietarios, hasta llegar al final casi por
milagro, a la Galería Nacional de Praga.