El actual presidente checo, Václav Havel, a quien dentro de una semana
terminará el mandato, debería encabezar un "Tribunal de honor de
políticos europeos". El establecimiento de esa institución pública en
Praga fue propuesta por antiguos disidentes soviéticos, así como por
actuales defensores rusos de derechos humanos. El ex disidente y hoy
diputado del Parlamento ruso, Serguey Kovalyov, manifestó que Václav
Havel es el único presidente en el mundo que trataba de practicar una
política moral. El "Tribunal de honor" evaluaría a los políticos desde
el punto de vista moral.