Reloj astronómico

Reloj astronómico de Praga El reloj astronómico de la plaza de la Ciudad Vieja está situado en el lado de la torre orientado hacia el sur. La torre fue levantada en la casa natal de Wolfin de Kamen. Este edificio representa el núcleo del ayuntamiento y data de finales del siglo XIII. La torre donde se encuentra el reloj astronómico mide 69,5 metros y fue terminada en el aňo 1364.

El reloj astronómico consta de tres partes.

En la más alta hay colocadas unas figuras mecánicas que un minuto antes de cada hora en punto hacen aparecer a los doce apóstoles en las dos ventanas bajo un tejado. Cada uno de ellos tiene un atributo. En la ventana izquierda aparecen por este orden San Pablo con un libro, San Andrés con una cruz en forma de letra X, Judas Tadeo con la tabla para lavar ropa con la que fue martirizado, San Tomás con una lanza, San Juan con un cáliz y San Bernabé con un pergamino y una piedra en la mano (murió lapidado). En la ventana derecha aparecen por este orden: San Pedro con una llave, San Mateo con el hacha con la que fue decapitado, San Felipe con una cruz en forma de letra T, San Bartolomé con el cuchillo con el que fue despellejado, San Simón con la sierra con la que fue despedazado, Santiago con una vara para lavar ropa y una tabla.

Todas las figuras se quemaron durante el incendio de 1945. Las tallas de los apóstoles que pueden ver en el reloj astronómico en la actualidad fueron hechas en 1948 por el artista Vojtěch Sucharda.

Una curiosidad es que las ventanas de donde salen las figuras desde el año 1659, antes daban a celdas de prisión donde se recluía a personas de la aristocracia.

El arcángel Miguel Además de los apóstoles, también se mueven las figuras a los lados del reloj astronómico. Un esqueleto tira de una cuerda y repica una campana el toque de difuntos con lo que comienza el movimiento de los apóstoles. Mirando a un turco, que simboliza la voluptuosidad y el placer, el esqueleto lo rechaza negando con la cabeza. La figura de un tacaňo, como símbolo de la avaricia, también niega con la cabeza y amenaza con una espada. Un presumido, como símbolo de la vanidad, se mira en un espejo. Sobre todos ellos, se encuentra el gallo de San Pedro que sale de un pequeño nicho. Cuando se cierran las ventanas, canta la siguiente hora de vida, y las agujas del reloj se mueven.

Al lado de las placas del calendario hay situadas otras tallas de madera inmóviles. Cada una de ellas tiene, de nuevo, un atributo, un objeto característico. El filósofo aguanta una balanza. El astrónomo sostiene un catalejo. El cronista, alegoría de la retórica, tiene un libro. El arcángel Miguel levanta una espada de fuego.

En la parte central hay un reloj que muestra datos astronómicos y cuatro formas distintas de medir el tiempo: la hora centroeuropea, la checa antigua, la babilonia y la estelar. La hora centroeuropea es mostrada por una manecilla con forma de sol sobre números romanos que llegan hasta doce. La esfera astronómica La hora checa antigua, por la que el día comienza con la puesta del sol, es mostrada sobre cifras góticas doradas por una manecilla por encima de la esfera. La hora babilonia es irregular, ya que en verano las horas son más largas que en invierno por el tiempo se cuenta desde la salida hasta la puesta del sol. El reloj astronómico de la Ciudad Vieja es el único del mundo capaz de medir esta hora. La hora estelar también se muestra sobre números romanos. En la parte inferior de la fachada está la esfera del calendario. En ella se ve el día de la semana, el del mes y el año.

En la parte inferior del reloj astronómico se encuentra el calendario. La esfera del calendario, con alegorías a los meses, fue realizada en 1865 por Josef Mánes.