El hombre cuyo asesinato desató la Primera Guerra Mundial, mantuvo una
estrecha relación con las Tierras Checas, que eran lugar de origen de su
“femme fatale”, la condesa Sofía Chotek. Para llegar a casarse, la
pareja tuvo que afrontar varios obstáculos del protocolo conservador de
la
Orden Imperial, y finalmente aceptar que debido al diferente rango social
su matrimonio nunca sería reconocido en todos los aspectos.
El escenario de los momentos más felices de la pareja tuvo lugar en el
palacio de
Konopiště, en Bohemia Central. Actualmente