Cientos de personas, en su mayoría estudiantes, se reunieron en el área de
la Universidad Carolina en Albertov, en Praga, para conmemorar los sucesos
de noviembre de 1989 que iniciaron la caída del régimen comunista en
Checoslovaquia. Los estudiantes advirtieron sobre la atmósfera de letargia
que vuelve a reinar en la sociedad checa y que fue típica para la vida en
el totalitarismo. Como hace 15 años, la marcha estudiantil se dirigió
hacia la calle Národní en el centro de Praga, donde el 17 de noviembre de
1989 la manifestación de los estudiantes fue reprimida violentamente por
la policía.
Ciudadanos de a pie, así como políticos, entre ellos el ex presidente
checo, Václav Havel, el Primer Ministro, Stanislav Gross, o el presidente
actual, Václav Klaus, acudieron desde la mañana de este miércoles a la
calle Národní para colocar flores y velas junto al monumento del 17 de
noviembre de 89. Por la noche la calle Národní se convirtió en escenario
de un gran happening para recordar y festejar los quince años de la vida
en la democracia y la libertad.