Piedras semipreciosas, paja, masa, papel, ingeniosos sistemas mecánicos y
unos paisajes incoherentes conforman una serie de pesebres exhibidos en el
Museo del Paraíso Checo, en la ciudad de Turnov, que ofrece una mirada a
la obra de una de las zonas más importantes de la creación de nacimientos
artesanales en la República Checa.