Libuse Domanínská pertence a la generación de cantantes que en el Teatro
Nacional de Praga plasmaron una de las eras más célebres de la ópera
checa. Esta espléndida soprano, nacida en 1924, destacó como sublime
intérprete de personajes de las óperas de Leos Janácek, conmoviendo y
sobrecogiendo al público como Genufa y Katia Kabanova. Libuse Domanínská
representó el arte operístico checo también en los escenarios
internacionales, actuando en Bruselas, Moscú, Amsterdam, Edinburgo,
Barcelona,Viena y Buenos Aires.