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Centenares de personas rindieron homenaje este domingo a los ciudadanos de Javoříčko, Moravia del Norte, asesinados por un comando nazi el 5 de mayo de 1945. Los nazis, bajo el mando del comisario Egon Lüdemann, arrasaron la aldea y ejecutaron a todos los hombres adultos. El motivo del exterminio nunca se ha conocido. En el acto, celebrado junto a la tumba de las víctimas de Javoříčko, la presidenta de la Asociación Checa de Luchadores por la Libertad, Anděla Dvořáková, recalcó la importancia de seguir conmemorando los crímenes cometidos por los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial.

Con un minuto de silencio los veteranos de guerra checos rindieron homenaje este sábado en el palacio de Český Krumlov, Bohemia del Sur, a sus colegas que ofrendaron sus vidas en misiones pro paz en el exterior. Los presentes recordaron también el 18 aniversario del envío de la primera unidad checa al extranjero, a la misión UNPROFOR en territorio de la antigua Yugoslavia. Durante la actividad ha sido presentada asimismo la misión actual en Afganistán. El encuentro de los llamados ‘boinas azules’ checos, por las características boinas de color azul que los identifica como miembros de las unidades de paz de las Naciones Unidas, se efectuó en Český Krumlov por séptima vez.

En la ciudad de Pilsen fueron iniciadas este sábado las conmemoraciones del 65 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Los festejos se prolongarán seis días, durante los que se homenajeará en especial a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que fueron las que liberaron Pilsen de los ocupantes nazis. El programa de los festejos incluye escenificaciones de combates y exposiciones sobre la mayor conflagración mundial, así como conciertos y muestras del trabajo de la Policía y los militares en tiempos de paz. Este domingo recorrerán la avenida Klatovská, en Pilsen, unos 230 coches militares históricos de Chequia, Alemania, Bélgica, Italia, Francia y Suiza.

La reciente disculpa del Colegio de Médicos Checo a sus colegas judíos, por su expulsión en 1938, sirve de punto de partida para que nos adentremos en la escasamente conocida Segunda República Checoslovaca. Durante este periodo, que duró solo unos meses, entre 1938 y 1939, el país se vio sumido en un clima fascista y antisemita provocado por la presión del Tercer Reich.

El caso de una espía checa de la Alemania nazi, el aumento del desempleo y la distinción de dos líderes de las protestas estudiantiles iraníes con el premio Homo Homini son algunas de las noticias aparecidas en la prensa checa de este martes.

La embajada de Rusia en la República Checa no está de acuerdo con la retirada de la hoz y el martillo en el monumento a los caídos durante la II Guerra Mundial en Brno-Královo Pole. El ayuntamiento de Brno quiere sustituirlos por otros símbolos del Ejército Rojo que levanten menos controversia. Para las autoridades rusas se trata de una manipulación de la historia. “La estrella roja con la hoz y el martillo era el símbolo que llevaban en su gorra los jóvenes que murieron en la liberación de Checoslovaquia”, dice el comunicado de la embajada rusa. El monumento de Brno-Královo Pole es objeto polémica desde hace años.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia presentaba en el mapa de Europa Central la configuración de una lagartija. Su cabeza estaba en el oeste, la cola en el este. Después de la contienda mundial, la lagartija perdió su cola, la más oriental de las tierras de Checoslovaquia, llamada Rutenia Subcarpática. Se la arrancó Iósif Visariónovich Stalin.

En esta edición del espacio Legados del Pasado-Testimonios del Presente recordaremos el 70 aniversario de la primera deportación de judíos europeos por los nazis. El 18 de octubre de 1939, tan sólo siete meses y tres días después del inicio de la ocupación de Bohemia y Moravia por los nazis, partió de Ostrava un tren especial. Los pasajeros: varones judíos. El destino: Nisko, en el río San, en Polonia.

En el otoño de 1944 era evidente que el sueño de Hitler sobre un colosal imperio desde el Atlántico hasta los Urales había fracasado. En Europa Occidental las tropas nazis se batían en retirada. También en el Frente del Este su situación era desesperada ante el irresistible empuje del Ejército Soviético que se encontraba ya en el territorio de Polonia. En los alrededores de la ciudad polaca de Krosno el frente germano-soviético llegó a acercarse a las fronteras de Eslovaquia.

Cuando Hitler ocupó el 15 de marzo de 1939 las tierras checas, las autoridades nazis disolvieron el Ejército checoslovaco. Los ex militares y otros patriotas salían clandestinamente del Protectorado de Bohemia y Moravia, buscando una manera para incorporarse en el extranjero a la lucha contra los nazis. Les contaremos las dramáticas peripecias de un grupo que había huido del Protectorado a Polonia.