El presidente de la República Checa, Václav Klaus, presidió este
domingo los actos de homenaje a las víctimas de Ležáky, en el 70
aniversario de la masacre perpetrada por los nazis. Hitler se vengó
matando a todos los habitantes de este pueblo, al igual que hizo con
Lidice, por el atentado que le costó la vida al protector de Bohemia y
Moravia Reinhard Heydrich. Solo sobrevivieron dos niñas, que fueron
enviadas a Alemania. En su discurso, Václav Klaus rechazó olvidar los
horrores del nazismo, que "destruyeron la confianza entre alemanes y
checos construida con dificultad durante tanto tiempo”. La deportación
de sudetoalemanes tras la Segunda Guerra Mundial fue calificada por Klaus
como “una consecuencia lógica”.