En la catedral de San Vito, en el Castillo de Praga, tuvo lugar este
viernes una misa para dar el último adiós al ex presidente checo Václav
Havel, fallecido el pasado 18 de diciembre. Al mediodía hubo un minuto de
silencio en todo el país y repicaron las campanas de todas las iglesias.
Unas 50 delegaciones, representadas por presidentes de 15 países, jefes
de
Gobierno y representantes de la aristocracia, asistieron al sepelio del ex
presidente y antiguo líder de la Revolución de Terciopelo que acabó con
el comunismo en 1989. La familia y personas allegadas se despedieron de
Havel en horas de la tarde en el crematorio de Strašnice, en Praga. Los
restos del ex presidente descansarán en el mausoleo familiar, en el
cementerio capitalino de Vinohrady.