El 1 de enero de 1990, hace 25 años, Václav Havel pronunció su primer
discurso público como presidente de Checoslovaquia. Se trataba del primer
no comunista en el cargo desde 1948. El tono crítico del discurso,
simbolizado por la frase "nuestro país no florece", contrastó
con el triunfalismo de sus antecesores. Al mismo tiempo, aunque atacó al
sistema comunista, lo reconoció como parte inseparable de la historia
checoslovaca.