Miles de personas asistieron este viernes a la tradicional Feria de San
Venceslao, celebrada en la ciudad de Stará Boleslav, lugar donde el
príncipe Venceslao Premislita fue asesinado hace 1077 años por orden de
su hermano Boleslao. El arzobispo de Olomouc, Jan Graubner, celebró una
misa en honor de San Venceslao, en la que participó el presidente checo,
Václav Klaus y otros representantes políticos y militares del país. Con
motivo de la feria, que comenzó el día de la Fiesta Nacional Checa,
fueron trasladadas de Praga a Stará Boleslav algunas reliquias de San
Venceslao, así como su cráneo, que se pueden ver hasta el domingo en la
cripta de la basílica local de San Venceslao. La feria será acompañada
hasta el domingo de un rico programa cultural. El onomástico de San
Venceslao lo conmemoran también en Praga y en otras ciudades del país.