El democristiano Partido Popular checo propone que el Viernes Santo sea
proclamado en la República Checa día feriado, además del Lunes de
Pascua. El vicepresidente de la formación, Jan Bartošek, recalcó que la
Pascua es la festividad más importante del calendario cristiano, por lo
que el Viernes Santo debería ser feriado. Los demás partidos
parlamentarios no rechazan un debate sobre el tema, pero la mayoría
advierte que la economía nacional no alcanza actualmente un nivel que
permita incrementar el número de días feriados. Mientras tanto, según un
reciente sondeo del Centro de Estudios Empíricos, durante la Pascua se
dedica a actividades religiosas sólo un 7% de los checos. El 23% de los
ciudadanos reconocieron que de la Semana Santa lo que más les gusta son
las tradiciones populares, y el que el Lunes de Pascua es feriado y no
tienen que ir al trabajo.