El Viernes Santo, día de la Pasión de Cristo, es el día más mítico del
año para los cristianos. Los campesinos checos dejan de labrar este día
de la Pascua Florida, para que la cosecha sea abundante. Antaño se
creía que el Viernes Santo se abriría la Tierra, ofreciendo sus
tesoros. Para el ser humano, el mayor tesoro es el agua. En el campo
checo, el Viernes Santo hasta hoy la gente se levanta temprano en la
mañana para lavarse en un arroyo con agua fría y adquirir así una
fuerza especial capaz de vencer todas las enfermedades y otros males.
Con agua se rocían también los hogares y para que la purificación sea
completa, el Viernes Santo se respeta el ayuno.