La administración de Bielorrusia se siente indignada ante la decisión de la
República Checa de no otorgar el visado al presidente bielorruso, Alexander
Lukashenko, quien no podrá participar de esta manera en la cumbre de la
OTAN, a celebrarse la semana entrante en Praga. El jefe de la diplomacia
bielorrusa, Michail Chvostov, declaró que la República Checa asumió esta
postura bajo presiones de los EE.UU. y agregó que se trata de un paso sin
antecedente en la diplomacia. Además, Bielorrusia decidió llamar para
consultas a su embajador en la República Checa. El ministerio de RR.EE.
checo dio a conocer que Lukashenko no recibirá el visado debido a la
violación de los derechos humanos en su país.