La intervención de la Policía en 1989 contra la manifestación
estudiantil en la calle Národní, en Praga, fue una masacre. Las personas
fueron rodeadas de policías que les pegaban brutalmente y fue casi
imposible marcharse o huir del lugar. Así lo dijo el primer ministro
checo, Bohuslav Sobotka, en un programa conjunto de la Televisión y la
Radiodifusión checas y la Televisión eslovaca, transmitido con motivo del
25 aniversario de la caída del régimen comunista. Sobotka reaccionó así
a las afirmaciones del presidente checo, Miloš Zeman, este sábado, quien
puso en duda la brutalidad de la intervención policial y el significado de
la manifestación para la caída del régimen. A las afirmaciones de Zeman
se opusieron también otros políticos, así como varios participantes en
la manifestación del 17 de noviembre de 1989.