El presidente de la República Checa, Václav Klaus, relacionó en su
discurso con motivo del aniversario de la Revolución de Terciopelo, los
hechos del 17 de noviembre de 1989 y los de la misma fecha en 1939. En
aquel día, con la Segunda Guerra Mundial en curso y el país ocupado por
la Alemania nazi, el entierro del estudiante de medicina Jan Opletal,
herido durante la manifestación por el día de la independencia
checoslovaca, el 28 de octubre, se convirtió en una nueva marcha contra
la
ocupación, y provocó que se cerraran las facultades checas. En su
discurso, Klaus advirtió que el riesgo de aparición de ideologías
peligrosas es constante.