La mayoría de las ciudades checas lucen decoración navideña en estos
días. Ésa suele aparecer en las calles a principios de diciembre, con la
llegada del adviento, sin embargo, este año ha aparecido con hasta un mes
de anticipación, debido a la pronta llegada del invierno en muchas
regiones del país. La capital Praga invierte cada año sumas millonarias
en árboles de navidad, guirnaldas, lucecitas y otras decoraciones. Los
ayuntamientos de las ciudades pequeñas aprovechan muchas veces
decoraciones de los años anteriores que completan con unos cuantos
elementos nuevos, para ahorrar el dinero.