A comienzos de enero de 1732, concretamente el día 2 de ese mes, nació en
Praga František Xaver Brixi, que más tarde se convertiría en uno de los
más destacados compositores checos del siglo XVIII. Su obra llegó a ser
conocida pronto también en el extranjero. En la época previa a la
Revolución francesa, Brixi fue uno de los autores de música sacra más
interpretados en Polonia, Austria y en las zonas al oeste de Alemania.