El presidente de la República, Miloš Zeman, inauguró en Sochi las
instalaciones para los deportistas checos, conocida como la Casa Checa. En
el acto inaugural estuvo también presente el cardenal y primado de la
Iglesia católica checa, Dominik Duka. La delegación checa deseaba tener
su centro en el propio parque olímpico, pero debido al elevado precio
desistieron de la idea. El jefe de la delegación checa, Jan Kejval,
indicó que los organizadores rusos pedían cuatro millones de euros, por
lo que el Comité Olímpico Checo optó por construir el recinto en las
afueras en la localidad de Adler.