El boom de las pequeñas fábricas cerveceras en la República Checa
continúa. Se trata de empresas con una producción anual de un máximo de
10.000 hectolitros, que cubren alrededor de un 2% de la producción total
de cerveza en el país. No obstante, estas compañías ofrecieron nuevos
tipos de esa bebida y restablecieron su tradición en lugares donde su
fabricación ya había desaparecido. Una de las más antiguas pequeñas
fábricas de cerveza en el país es la de Chýně, cerca de Praga, que
cumple este mes 25 años de existencia. A su vez, entre las más nuevas
figura la abierta hace poco en un barco anclado en el Moldava, en Praga.