La producción de cerveza durante 2010 bajó, según hizo público este
miércoles la Unión Checa de cervecerías y malterías. El total fue de
15,7 millones de hectolitros de cerveza, lo que supone un 7,9% menos que en
2009. Los productores culpan del mal resultado al impuesto introducido a
principios del año pasado a la cerveza que hizo bajar la demanda. Subió
sin embargo en cuatro décimas la producción de cervezas especiales y se
ve la tendencia del consumidor a pedir cervezas más fuertes. Aunque en los
últimos tiempos el consumo de cerveza ha ido bajando, los checos siguen
siendo los que más la beben en el mundo con 134 litros por persona al
año, seguidos por los irlandeses.