Con el comienzo de la temporada turística en abril, cientos de castillos
de la República Checa abren sus puertas a los turistas. Además del valor
histórico de estos lugares, los castillos se han convertido en auténticos
centros culturales, con una interesante oferta de conciertos, teatros,
mercadillos artesanales y representaciones de la vida cotidiana de otras
épocas, actividades organizadas con el objetivo de atraer a los turistas.