El presidente de Alemania, Joachim Gauck visitó este martes la fortaleza
de Terezín, que durante la ocupación nazi de Chequia sirvió de campo de
concentración para judíos y de prisión de la Gestapo. El mandatario
realizó la visita acompañado por el presidente checo, Miloš Zeman. Los
dos presidentes rindieron homenaje a los 35.000 fallecidos en Terezín. Por
el campo pasaron durante aquellos años 155.000 personas. A continuación
se entrevistaron con supervivientes del gueto de Terezín y asistieron a
una ceremonia judía dirigida por el rabino de la comunidad ortodoxa de
Praga, Karel Sidon. El rabino, que conoce personalmente a Gauck, declaró
que no se trataba de un simple gesto, sino de un interés real.