En varios actos efectuados en Praga este sábado, militares, políticos y
otros invitados rindieron homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra
Mundial. Uno tuvo lugar por ejemplo en el cementerio del barrio capitalino
de Ďáblice, incluido en febrero pasado entre los monumentos protegidos
por el Estado, y donde fueron sepultados los soldados de los ejércitos
aliados que fallecieron en combate. Otro acto se celebró por la tarde en
el antiguo campo de tiro del barrio de Kobylisy, donde después del
atentado contra el protector nazi Reinhard Heydrich en 1942, los nazis
ejecutaron a unos 540 checos a modo de venganza y por sospechas de
colaborar con el movimiento clandestino, entre ellos al escritor Vladislav
Vančura, al periodista Evžen Rosický y al primer ministro del gobierno
durante el Protectorado nazi de Bohemia y Moravia, Alois Eliáš.