En la colina Švédské šance, cerca de la ciudad morava de Přerov, se
celebró un acto, en el que ha sido consagrada una enorme cruz de metal con
una corona de espinas en su punto más alto. El evento fue organizado en
homenaje a las víctimas de una masacre de 267 ciudadanos de nacionalidad
alemana, que se produjo a mediados de junio de 1945.
La cruz, de 4,2 metros de altura y 300 kilogramos de peso, que fue
fabricada por el herrero artístico, Jiří Jurda, recordará el peor acto
de venganza cometido en la Checoslovaquia de posguerra contra los
habitantes alemanes locales. Unos agujeros en la cruz simbolizan la
trayectoria de las balas disparadas contra esas personas.