Ningún representante del Gobierno checo acudirá a las celebraciones del
fin de la II Guerra Mundial que tendrán lugar en la embajada rusa este
viernes. La decisión vendría motivada por la actitud rusa en la crisis
ucraniana. Aún así varios políticos acudirán de forma no institucional,
como el líder del Partido Comunista checo, Vojtěch Filip, o el ex
presidente checo Václav Klaus, conocido simpatizante de Vladimir Putin. En
cualquier caso, el presidente de la Cámara Baja checa, Jan Hamáček,
acudió a un homenaje a los 140.000 soldados soviéticos que perdieron la
vida en territorio checoslovaco durante la Segunda Guerra Mundial. En
Chequia el fin de la contienda se celebra un día antes.