En el Cementerio Nacional de Terezín, en Bohemia del Norte, tuvo lugar
este domingo el acto de piedad que conmemoró a los luchadores por la
libertad y las víctimas del nazismo en la Segunda Guerra Mundial.
Ochocientas personas, entre ellos, antiguos prisioneros, ministros,
diputados y escolares, recordaron el sufrimiento de más de 200 000
personas internadas en el campo de concentración de Terezín destinado
por los nazis alemanes a la población checa, principalmente de orígen
judía. Las enfermedades, el hambre y condiciones miserables del gueto
cobraron la vida de 35 000 personas, siendo el resto transportado a los
campos de exterminio.