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El polaco Ryszard Siwiec, que se inmoló en Praga en septiembre de 1968 en protesta por la ocupación de Checoslovaquia, tendrá desde este viernes un obelisco que le recordará en la capital checa, en la misma calle que lleva su nombre. El monumento ha corrido a cargo del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios en colaboración con el Instituto Polaco. Siwiec, contable de profesión, se prendió fuego en público tres meses antes de que lo hiciera Jan Palach, aunque en aquel entonces se extendió la versión de que era un alcohólico que murió por accidente.

La CIA ha publicado cientos de páginas de documentos sobre la invasión de los países del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia en 1968, según informó la agencia AP este viernes. Entre ellos se encuentra incluso un aviso que con fecha del 2 de agosto advertía de la creación por parte de la Unión Soviética de una importante fuerza de invasión. La misma que en la noche del 20 al 21 de agosto ocupó Checoslovaquia y acabó con las esperanzas de liberalización del régimen comunista de la época.

El filme ‘La Chica Ferrari Dino’, del director checo Jan Němec, obtuvo el domingo el premio especial del festival internacional Alpe Adria Cinema en Trieste, Italia. La película es una reconstrucción fílmica de los hechos desde la mañana del 21 de agosto de 1968, cuando el director salió a rodar con su propio equipo la ocupación de Praga por parte de los tanques del Pacto de Varsovia, hasta que consigue escapar con la grabación de 16 minutos a Austria. El director pudo grabar entonces la lucha por el edificio de la Radiodifusión Checa, los acontecimientos en la Plaza de Venceslao o en la sede del Partido Comunista Checoslovaco.

El Senado aprobó una enmienda a la ley que supone igualar el pago de las indemnizaciones a las víctimas de la ocupación soviética de Checoslovaquia en 1968. La enmienda debería ayudar a los damnificados que recibieron una indemnización ya bajo el régimen comunista, que fue inferior a la que el Estado decidió pagar a las víctimas tras la Revolución de Tercipelo, en 1989. El Estado destinó para esta finalidad una suma de más de un millón de euros, aproximadamente. La ley debe ser ratificada aún por el presidente.

El 21 de agosto de 1969 fue el primer aniversario de la ocupación soviética de Checoslovaquia.Los ciudadanos se lanzaron a las calles para expresar su repudio a los ocupantes y a la dirección del Partido Comunista, encabezada por Gustáv Husák, que estaba eliminando gradualmente todos los derechos democráticos logrados durante la Primavera de Praga de 1968.Los enfrentamientos callejeros entre los manifestantes y las fuerzas del régimen eran tan violentos que en Praga y Brno se parecían a una guerra civil. Para reprimir las protestas, el régimen

Transcurridos 41 años, la invasión de las tropas soviéticas aún permanece viva en la mente de muchos checos. Prueba de ello es el acto conmemorativo que se efectúa cada año frente al edificio de la Radiodifusión Checa.

Un acto conmemorativo de la ocupación de Checoslovaquia por los Ejércitos del Pacto de Varsovia hace 41 años tuvo lugar este jueves delante del Museo Nacional, en la céntrica Plaza Venceslao, de Praga. Durante la manifestación fueron encendidas seis antorchas. La actividad, organizada por la Plataforma Cívica, fue a la vez una protesta contra la creciente influencia de Rusia en la República Checa. Políticos del Partido Cívico Democrático criticaron en esta ocasión al líder socialdemócrata, Jiří Paroubek, que visitó en junio Moscú y se entrevistó con el primer ministro ruso, Vladimir Putin.

El 17 de abril de 1969 el líder reformista de la Primavera de Praga, Alexander Dubček, fue relevado por Gustáv Husák. A Husák le esperaba un trabajo sucio:por orden de Moscú apartar de la vida pública a todos los partidarios de las reformas democratizadoras. ¿Quién fue el hombre que a cambio de poder traicionó a la Primavera de Praga de 1968?

El 28 de marzo de 1969 se enfrentaron en el Mundial de hockey sobre hielo, en Estocolmo, las selecciones de Checoslovaquia y de la Unión Soviética. Para la ciudadanía checoslovaca no fue un mero acontecimiento deportivo. Cuando la selección nacional ganó a los soviéticos por 4:3, una marea humana salió a las calles para celebrar la victoria como una revancha por la ocupación del país en agosto de 1968. Moscú y los neoestalinistas checoslovacos se aprovecharon de los incidentes ocurridos en la noche del 28 de marzo para apartar de la vida política

Muertos por disparos, aplastados por las orugas de los tanques o atropellados por los vehículos militares de los ocupantes, hasta finales de 1968 fallecieron 108 ciudadanos checoslovacos y 500 resultaron heridos de gravedad. El mayor número de víctimas mortales - 36- se registró en Praga y en la región de Bohemia Central que rodea a la capital.