El alto grado de tensión en plena Guerra Fría llevó a los gobiernos de
los países situados a uno y otro lado de la Cortina de Hierro a poner en
marcha programas de protección civil. Esto impulsó la construcción de
redes de refugios para la población. Hoy, casi tres décadas después de
finalizada la Guerra Fría, los búnkeres vuelven a estar de moda en
Chequia, pero sólo para los ricos.